
La nueva constitución se aprueba con un 67% de votos contra el 23%
Josep Cruelles
La derecha que pretendía hacer de Guayaquil el feudo de su alternativa, e iniciar así una estrategia divisionista al estilo boliviano, tampoco consigue sus objetivos en esta ciudad, donde el Sí obtuvo el 49,9%, el No, 44,8%, nulos 4,5% y los votos blancos alcanzaron el 0,9% (según las ultimas cifras de la encuestadora CEDATOS).
Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, y paladin de la derecha al que se le interceptaron gravaciones donde comentaba: "El fraude se hace en la mesa, cuando al contar los votos no hay control de que el resultado verdadero sea el que se ponga en el acta...", ha declarado tras la derrota: “ese SI es el verdadero separatismo, porque son perjudiciales para los ecuatorianos", y añadió: “es perfectamente posible, que luego de los resultados de ayer domingo, se reafirme en el país el funcionamiento de dos modelos de desarrollo en un Ecuador unido. Se trata, manifestó, "de dos, tres o cuatro modelos bajo la unidad nacional en la diversidad".
Josep Cruelles
La derecha que pretendía hacer de Guayaquil el feudo de su alternativa, e iniciar así una estrategia divisionista al estilo boliviano, tampoco consigue sus objetivos en esta ciudad, donde el Sí obtuvo el 49,9%, el No, 44,8%, nulos 4,5% y los votos blancos alcanzaron el 0,9% (según las ultimas cifras de la encuestadora CEDATOS).
Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, y paladin de la derecha al que se le interceptaron gravaciones donde comentaba: "El fraude se hace en la mesa, cuando al contar los votos no hay control de que el resultado verdadero sea el que se ponga en el acta...", ha declarado tras la derrota: “ese SI es el verdadero separatismo, porque son perjudiciales para los ecuatorianos", y añadió: “es perfectamente posible, que luego de los resultados de ayer domingo, se reafirme en el país el funcionamiento de dos modelos de desarrollo en un Ecuador unido. Se trata, manifestó, "de dos, tres o cuatro modelos bajo la unidad nacional en la diversidad".
Es decir, que todavía guarda esperanzas de que Guayaquil sea la isla del neoliberalismo en Ecuador y respeten su autonomía, es decir que sigan aplicando su modelo de explotación ancestral “aunque solo sea en su ciudad”.
Una tarima colocada en el malecón Simón Bolívar de esta ciudad, en pleno feudo opositor, frente a la gobernación fue el sitio elegido por el presidente Correa y sus seguidores para festejar el triunfo de la aprobación a la “Constitución de Montecristi”. Cantando la canción "Guayaquileño madera de guerrero", recibió los vítores de sus seguidores y agradeció “a las decenas de miles de soldados de la revolución que han dado mucho de su tiempo de manera gratuita, con total desprendimiento”.
Ecuador es una fiesta. La derecha ha sido derrotada otra vez, los medios de comunicación, controlados por esta no han dado una. La iglesia católica, posicionada inequívocamente contra la constitución, también ha sido derrotada por el voto, a pesar de la religiosidad del pueblo ecuatoriano y la influencia ancestral de esta. Eso es muy significativo.
La constitución aprobada, en contenido, es una de las más avanzadas en la historia de Ecuador y de América Latina, pero es innegable que esta constitución ha sido expresión de la correlación de fuerzas ganada en las luchas de los movimientos sociales. Y aunque existan limitaciones, hay en ella contenidos de izquierda y feministas muy importantes para desarrollar.
El pueblo del Ecuador, realmente ha avanzado en cuanto a su conciencia política en todo este camino hasta el referéndum, los resultados significan un golpe fuerte al modelo neoliberal, y la derecha ecuatoriana y latinoamericana que no tiene mayor capacidad de respuesta.
Una tarima colocada en el malecón Simón Bolívar de esta ciudad, en pleno feudo opositor, frente a la gobernación fue el sitio elegido por el presidente Correa y sus seguidores para festejar el triunfo de la aprobación a la “Constitución de Montecristi”. Cantando la canción "Guayaquileño madera de guerrero", recibió los vítores de sus seguidores y agradeció “a las decenas de miles de soldados de la revolución que han dado mucho de su tiempo de manera gratuita, con total desprendimiento”.
Ecuador es una fiesta. La derecha ha sido derrotada otra vez, los medios de comunicación, controlados por esta no han dado una. La iglesia católica, posicionada inequívocamente contra la constitución, también ha sido derrotada por el voto, a pesar de la religiosidad del pueblo ecuatoriano y la influencia ancestral de esta. Eso es muy significativo.
La constitución aprobada, en contenido, es una de las más avanzadas en la historia de Ecuador y de América Latina, pero es innegable que esta constitución ha sido expresión de la correlación de fuerzas ganada en las luchas de los movimientos sociales. Y aunque existan limitaciones, hay en ella contenidos de izquierda y feministas muy importantes para desarrollar.
El pueblo del Ecuador, realmente ha avanzado en cuanto a su conciencia política en todo este camino hasta el referéndum, los resultados significan un golpe fuerte al modelo neoliberal, y la derecha ecuatoriana y latinoamericana que no tiene mayor capacidad de respuesta.
Correa, cuyo papel ha sido fundamental, sigue aún balanceándose hacia un lado y hacia otro. Si esta victoria sirve para que vire definitivamente hacia el lado del pueblo de forma permanente, la situación resultará realmente transformadora. Pero esta claro que eso solo resultará de la lucha decidida, autónoma y organizada de los movimientos sociales, indígenas, feministas, que deberán exigirle la inclusión de sus reivindicaciones. Por ahora, hay que seguir en esa lucha, para que el proceso vaya definitivamente a la izquierda.