"Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario." ( Ernesto Ché Guevara)

dissabte, 1 de novembre del 2008

Paraguay: la conspiración de los vice-presidentes y la tierra prometida


Flavio Dalostto 31/10/2008

El problema de la Tierra y el exilio paraguayo

Uno de los problemas más agrios que atraviesa en estos momentos el Paraguay, es el tema de la propiedad de la Tierra. En realidad, es el gran tema de América Latina, como ya lo mostró la resistencia de las oligarquías terratenientes del Oriente Boliviano, al proceso de cambio liderado por el presidente Evo Morales. La concentración de la tierra paraguaya en pocas manos es escandalosa, arrojando, desde hace 1 siglo, al Pueblo Guaraní a un verdadero exilio interno y externo. ¿O no hay millones de paraguayos y sus descendientes viviendo en Argentina? Este éxodo obligado de los sufridos paraguayos debe terminar. No puede ser que toda una Nación viva exiliada, fuera de su Tierra, por la ambición de unos pocos, sean estos nacionales o extranjeros.

En el Chaco Paraguayo y otras zonas más fértiles del país, existen verdaderos países dentro del Paraguay, latifundistas que bien pueden decir que son dueños riquísimos de pequeños reinos; mientras, alrededor de ellos, se debaten en la más espantosa de las miserias económicas y la degradación humana, millones de hermanos paraguayos.

Basta de sufrir, paraguayos

El Paraguay ya ha sufrido mucho a lo largo de su historia. La conquista española, la guerra de la Triple Alianza, la guerra del Chaco y la dictadura cívico-militar colorada. Llamado a ser, con el gobierno del Gran López, a fines del Siglo 19, la primera potencia soberana de América Latina, fue destruido en una guerra desigual y oligárquica por los ejércitos unidos de Brasil, Argentina y Uruguay. Tal fue la destrucción sufrida por la población masculina paraguaya, que se debió habilitar por un tiempo la "poligamia", ante la debacle poblacional. Se trató de un verdadero genocidio contra el Pueblo Guaraní, otro de tantos. Ya habían sufrido el de las Misiones Guaraníes a manos de los ejércitos español, brasileño y sus herederos republicanos. Sí, Paraguay ya ha sufrido mucho; y es tiempo que la nación hermana disfrute un poco, más igualitariamente, de la riqueza de su país maravilloso y generoso.

Paraguayos y Brasiguayos

En estos días existe un conflicto agrario en el departamento de San Pedro, al Norte de Ciudad del Este, en la banda Oeste del río Paraná. En la zona, abundan paraguayos y "brasiguayos". Éstos últimos son ciudadanos brasileños afincados en tierras paraguayas, con dudosos títulos propietarios. Sobre estas tierras, en su mayoría sojeras, grupos de campesinos paraguayos decididos amenazan con tomar esos campos, quemar los silos e impedir la cosecha de soja de los brasileños. Se ha enviado a la policía para que custodie las tierras, y una chispa podría encender la mecha de una tragedia.

Brasil ha protestado por esto, defendiendo los intereses de sus ciudadanos y ha realizado infelices ejercicios militares en la frontera con Paraguay, enfrente de ciudad del Este. Si esto obedece al tema de los brasiguayos, realmente Lula perderá gran influencia en el resto de América Latina, y arrojará por la ventana la enorme confianza generada por las demás repúblicas sudamericanas hacia su gobierno. La esperanza de que Brasil se convierta en el líder y articulador de la Unidad de la América del Sur, se evaporará si restaura políticas muy negativas de décadas anteriores y que gracias a Dios ya fueron superadas. ¿En qué quedaría el papel comprensivo de Lula frente al aumento del precio del gas boliviano, que lo enfrentó a las críticas de la industria paulista? ¿Cómo se entendería la llamada telefónica de respaldo a Cristina Kirchner, cuando ésta dudaba si renunciar ante el revés sufrido por el gobierno argentino, en su congreso, por la arremetida del agro-poder riopletense?

No hacer diferencias entre terratenientes

No. Lula no debe meterse en asuntos internos paraguayos; pero Paraguay no puede permitir que el reclamo campesino por una reforma agraria haga blanco de sus ataques a "los extranjeros". Si se va a recortar un poco del agro-poder paraguayo para beneficiar algo a los campesinos sin tierra, el gobierno de Lugo no debe mirar si son paraguayos o brasileños. También hay terratenientes de origen argentino. Lugo debe hacer cumplir la reforma a Todos. Si va ha haber un saneamiento de tierras, comprobar si sus adquisiciones son legales, si se cumplen con las leyes laborales, ambientales y fiscales en esas grandes extensiones, el Movimiento Campesino y el gobierno no pueden focalizarse en ciertos sectores, porque "son brasileños". No. Los campesinos deben reclamar su parte y el gobierno ejecutarla, sin mirar a quien; porque los que oprimen al pueblo paraguayo con su escandalosa concentración de la Tierra, son también paraguayos. Ética ante todo, ética del campesinado, ética del gobierno y ética de Lula. No puede ser que la cosa se resuelva por la vía de la xenofobia.

Lo que sabe el que sabe, Máximo Kinast

Máximo Kinast, en su blog "Paraguay Insólito", nos ilustra un poco más "El más reciente censo agropecuario nacional, elaborado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería en 1992, muestra que el 1% de los propietarios concentraba el 77% de las tierras mientras que en el otro extremo el 40% de los agricultores, aquellos que tenían de 0 a 5 Ha, poseían sólo el 1% de las tierras.

La desigualdad en la distribución de la tierra se torna alarmante al observar que tan sólo 351 propietarios concentran 9.7 millones de hectáreas, mientras que existen, según organizaciones de la sociedad civil, más de 350,000 familias campesinas sin tierra o con cantidad de tierra insuficiente.

Esta situación es una de las causas centrales del hambre y desnutrición grave en el campo, ya que el 22.8% de la población rural está en la extrema pobreza."

La conspiración de los vice-presidentes. El "Cleto" paraguayo

A Fernando Lugo le salió su "Cleto". Así le decimos en Argentina al vice-presidente julio "Cleto" Cobos, aquel que hace unos meses, le salió en contra al gobierno en una histórica votación en el Senado. A partir de ese momento, el vice "Cleto" se distanció del gobierno y empezó a pasearse como un opositor, y ya empezó a armar su propio frente político para enfrentar en 2009 al gobierno del cual él forma parte todavía. Vuelvo al magnífico concepto del escrito argentino Juan Sasturáin que hace la diferencia entre "traidor" y "cagador". El primero es un artista, es aquel de quien no esperábamos la cosa, quien nos sorprende. En cambio, el "cagador", es alguien con el que hicimos acuerdos o alianzas coyunturales, pero al cual ya le conocíamos el pelaje y sabíamos que la posibilidad que nos apuñale en algún momento, era previsible.

Bueno, a Lugo, su vice-presidente Federico Franco del Partido Liberal, lo cagó a un par de meses de asumir. Ya se le puso en contra, lo critica, se hace el desentendido de los asuntos del país, porque diz que no le avisan nada. Así que la moda de los vice "cagadores", ya se la hemos exportado a Paraguay. Los argentinos inventamos el bus, la birome, el dulce de leche, Evita, el Che, Maradona y ahora los vicepresidentes "cagadores". Para confirmar esto, en estos días vino este Franco de visita a Argentina, y ¿a que no saben con quién se encontró? Sí, se entrevistó con el vice argentino, con Cleto. Los dos Cletos juntos, el argentino y el paraguayo. ¿Será casualidad?

Lugo, entre el Pueblo y los terratenientes

Creo que el problema de Lugo está en el origen de su Alianza Política, que es una ensalada de todos los colores, menos el "Colorado". El riesgo de unirse por el espanto y no por el amor, es un tema bien complicado. Los ministros de Lugo están peleados entre ellos, y de estos algunos con el vice Franco. No puede durar esta situación.

A veces, ya lo he escrito en otra nota, "ganar por ganar" no siempre es bueno. Evo perdió su primera posibilidad de ser presidente y fue bueno; porque hoy su movimiento, si bien tiene, ingredientes varios (algunos picantes), no es una ensalada multicolor como la de Lugo.

El dilema de los políticos es que cuando se trata solo de "ganar", y viene el diablo a darles su apoyo, también se lo aceptan. Sin ética política, tanto en la acción como en la conformación, es difícil viabilizar un proyecto popular, por más que su líder tenga buenas intenciones.

Ahora, Lugo está en el difícil camino de cristalizar la reforma agraria prometida a los campesinos paraguayos, recortando tierras a los todotenientes agrarios, a quienes les prometió "respetar el derecho de propiedad". Y debe aplicarles las reglas claras de juego, tanto a los terratenientes paraguayos como a los brasileños o argentinos, porque sino, se constituye en un hecho xenofóbico. Lula, por su parte, no tiene que apoyar la ilegalidad de la ocupación de tierras, sean o no brasileños quienes lo hagan. En estos tiempos que corren de Unidad Sudamericana no puede permitirse el lujo de ser arbitrario, cuando muchos en Sudamérica vemos en Brasil, el tronco natural desde donde se injerten las ramas nacionales del Gran Árbol de la América del Sur. Para eso, el Brasil tendrá que dejar de ostentar el título de "campeón del Latifundio", donde Paraguay es el "sub-campeón".

Por cierto, en estos días Lugo deberá negociar, pero primero tendrá que elegir.