Izquierda Anticapitalista
Manuel Zelaya presidente constitucional de Honduras ha sido apresado por un comando encapuchado del ejercito y trasladado a Costa Rica. Poco tiempo después, la cancillera hondureña, el embajador cubano y venezolano han sido detenidos y vejados por otro grupo armado. El ejército está desplegado. En Honduras se ha dado un golpe militar.
Manuel Zelaya presidente constitucional de Honduras ha sido apresado por un comando encapuchado del ejercito y trasladado a Costa Rica. Poco tiempo después, la cancillera hondureña, el embajador cubano y venezolano han sido detenidos y vejados por otro grupo armado. El ejército está desplegado. En Honduras se ha dado un golpe militar.
Con el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua, el gobierno de Washington presionó para que éste permitiera elecciones en Honduras. En 1981 resultó electo Roberto Suazo Córdova y se redactó la constitución de 1982 como “aval democrático”. En esta constitución se estableció en el artículo 374 que varios artículos son irreformables o pétreos, entre ellos el 239 y 240, por lo tanto, el Congreso Nacional no tenía competencia para modificarlos. Establece de hecho que por lo siglos de los siglos, al margen de la voluntad popular, hay cosas que no se pueden tocar…
A partir de ese momento se inició una etapa de terror y eliminación de la izquierda. Estados Unidos, a través de su base en Palmerola, usó el territorio hondureño como base de los contrarrevolucionarios nicaragüenses. En esa época se llegó a proponer que Honduras se convirtiera en un Estado Libre Asociado de EE.UU.
Manuel Zelaya, elegido libremente, ha emprendido reformas apoyándose en los trabajadores, campesinos y sectores sociales del país. La subida del salario mínimo, el alineamiento con el ALBA ha asustado a la oligarquía nacional tanto como al gobierno norteamericano y las trasnacionales europeas. Este domingo se convocaba a una consulta o encuesta, no vinculante, sobre la posibilidad de convocar una assemblea constituyente.
El mando superior de las fuerzas armadas, amparándose en una declaración de inconstitucionalidad del poder judicial, se negó a repartir las urnas en los colegios electorales y fue destituido por Manuel Zelaya en calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas. Todo estaba calculado para hacer aparecer al presidente de Honduras como un radical inconstitucional y restablecer el "orden pétreo" de los mismos de siempre.
El carácter intoxicador con que El País y los medios de comunicación han tratado los acontecimientos los hace cómplices y parte activa del golpe.
En Honduras en un primer momento los medios de comunicación han ignorado la situación. Después se ha cortado la luz, la señal de radio y televisión, los teléfonos. Aviones y helicópteros de las fuerzas armadas sobrevuelan el país y lanzan bengalas intimidatorias, las calles están sitiadas y a pesar de todo la gente esta saliendo a la calle para el retorno del presidente.
Se ha llamado a la resistencia y a salir a la calle. En Tegucigalpa frente a la casa presidencial. En el resto del país en los parques centrales de los pueblos y en todo el mundo delante de las embajadas y consulados.
Antes esta situación exigimos:
Inmediato restablecimiento de la presidencia de Manuel Zelaya.
La realización de la consulta sobre la asamblea constituyente
Ningún articulo ni constitución esta por encima de la voluntad popular.
Nos sumamos a las convocatorias que se produzcan ante las embajadas y consulados de Honduras contra el golpe.
Contra las instituciones y poderes fácticos, corruptos y cómplices de la oligarquía y con el pueblo de Honduras ante la farsa “constitucional parlamentaria” exigimos el regreso del presidente electo y el fin del golpe de Estado.
La movilización popular en Honduras y en el resto del mundo es clave para conseguirlo.
A partir de ese momento se inició una etapa de terror y eliminación de la izquierda. Estados Unidos, a través de su base en Palmerola, usó el territorio hondureño como base de los contrarrevolucionarios nicaragüenses. En esa época se llegó a proponer que Honduras se convirtiera en un Estado Libre Asociado de EE.UU.
Manuel Zelaya, elegido libremente, ha emprendido reformas apoyándose en los trabajadores, campesinos y sectores sociales del país. La subida del salario mínimo, el alineamiento con el ALBA ha asustado a la oligarquía nacional tanto como al gobierno norteamericano y las trasnacionales europeas. Este domingo se convocaba a una consulta o encuesta, no vinculante, sobre la posibilidad de convocar una assemblea constituyente.
El mando superior de las fuerzas armadas, amparándose en una declaración de inconstitucionalidad del poder judicial, se negó a repartir las urnas en los colegios electorales y fue destituido por Manuel Zelaya en calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas. Todo estaba calculado para hacer aparecer al presidente de Honduras como un radical inconstitucional y restablecer el "orden pétreo" de los mismos de siempre.
El carácter intoxicador con que El País y los medios de comunicación han tratado los acontecimientos los hace cómplices y parte activa del golpe.
En Honduras en un primer momento los medios de comunicación han ignorado la situación. Después se ha cortado la luz, la señal de radio y televisión, los teléfonos. Aviones y helicópteros de las fuerzas armadas sobrevuelan el país y lanzan bengalas intimidatorias, las calles están sitiadas y a pesar de todo la gente esta saliendo a la calle para el retorno del presidente.
Se ha llamado a la resistencia y a salir a la calle. En Tegucigalpa frente a la casa presidencial. En el resto del país en los parques centrales de los pueblos y en todo el mundo delante de las embajadas y consulados.
Antes esta situación exigimos:
Inmediato restablecimiento de la presidencia de Manuel Zelaya.
La realización de la consulta sobre la asamblea constituyente
Ningún articulo ni constitución esta por encima de la voluntad popular.
Nos sumamos a las convocatorias que se produzcan ante las embajadas y consulados de Honduras contra el golpe.
Contra las instituciones y poderes fácticos, corruptos y cómplices de la oligarquía y con el pueblo de Honduras ante la farsa “constitucional parlamentaria” exigimos el regreso del presidente electo y el fin del golpe de Estado.
La movilización popular en Honduras y en el resto del mundo es clave para conseguirlo.